Regresa de noche muriendo, de copas que saben amargas,
oliendo a licor de tristeza, a gritos de un sucio macarra.
Regresa de noche cargada de sueños que no se cumplieron,
en taxis con luces enfermas, con besos baratos y necios.

Regresa de noche tan rota que duele mirarle a los ojos,
el humo pegado en la ropa, el cielo cargado en los hombros.

Regresa de noche muriendo, muy sucia por dentro y por fuera,
contando los años que faltan para al fin cumplir su promesa.
Regresa de noche llorando, con frases obscenas que humillan,
de hombres que nunca se cansan de verla otra vez de rodillas.

Regresa de noche perdida, con trenes silbando a lo lejos,
con alma de afanes suicidas, mirando los sucios espejos.

Y en casa ya nadie la espera,
la leche sigue caducada,
la gata se ha ido de fiesta,
tan solo le queda su almohada.
Y en sueños ya nadie le dice:
'¿Te vienes conmigo, princesa?,
te quiero como nunca quise,
tus besos ya no están en venta.'

Regresa de noche perdida, con trenes silbando a lo lejos,
con alma de afanes suicidas, mirando los sucios espejos.

Y en casa ya nadie la espera,
la leche sigue caducada,
la gata se ha ido de fiesta,
tan solo le queda su almohada.
Y en sueños ya nadie le dice:
'¿Te vienes conmigo, princesa?,
te quiero como nunca quise,
tus besos ya no están en venta.'