No recuerdo quién propuso aquella idea feroz,
la de montar una banda para hacer buen rock and roll.
El caso es que empezó a tomar forma con escasa seriedad.
Nadie apostó por nosotros, pero decidimos jugar.

Unos meses para la primera grabación,
una cassette ferro-cromo de última generación.
Los nervios del estreno en directo en la primera actuación,
con el equipo prestado e instrumentos de ocasión.

Con el tiempo nuestro nombre se dió a conocer.
Pasamos de teloneros a cabeza de cartel.
La gente se apropió de los temas coreándolos a una voz.
No nos sacaría de pobres, pero era nuestra ilusión.

Solo una canción me hace falta,
para volar años atrás.
Volver a sentir a la banda,
quemando otro escenario más.
Apuesto a que tú lo recuerdas,
a mi casi me hace llorar.
Y puedes tener por seguro
que nunca lo voy a olvidar.

Pero el sueño como todo tuvo su final.
Desavenencias, trabajo... el motivo ya da igual.
Pero si siento nostalgia, abro el viejo cajón
donde atesoro los recuerdos de esos años de rock.

Solo una canción me hace falta,
para volar años atrás.
Volver a sentir a la banda,
quemando otro escenario más.
Apuesto a que tú lo recuerdas,
a mi casi me hace llorar.
Y puedes tener por seguro
que nunca lo voy a olvidar.